Museo García Ibáñez en Melilla


La Consejera vestida y los de Equo desnudos

       La visión timorata del Gobierno de Melilla, ha convertido en un Museo aburrido, lo que es la obra de un artista fantástico, muy provocador, y de gran impacto visual, aparte de las capacidades artísticas, que son muy evidentes. Un Museo se nutre de visitantes y desde luego, la obra de García Ibáñez llama la atención por si sola.  En su pueblo natal, le llaman el Leonardo de Olula del río.

            Estamos viendo  en cualquier noticia relacionada con los museos, que la convocatoria de público se realiza mediante el «marketing», bien de visitas  de renombre o con cuadros de alta repercusión. No se pude presentar las instalaciones rehabilitadas de La Casa del Reloj como el Museo de Andrés García Ibañez, y luego ofrecer una visión tan ramplona y anodina de un artista que domina la imagen visual como muy pocos. Cuanto más miro, veo y busco obras suyas, más me gusta.

                        Lo mejor del Museo, es lo que no puede verse

           Andrés García Ibañez pintó a la candidatura completa de Equo,   para las últimas elecciones generales, completamente desnudos. La presentación del cuadro alcanzó una gran repercusión mediática. Tiene un Cristo muy polémico, encargado por la parroquia de Albox y que el sacerdote no se atrevió  a exponer. Pese a lo que pueda decirse en algunos ambientes muy pacatos, no es un artista irreverente. Sus críticas visuales van dirigidas hacia ciertas formas de la expresión de la fe y con determinados aspectos de La Iglesia. En la tradición cristiana no está prohibido representar en modo alguno, ni a Dios, ni a ninguno de sus santos. Hacer una exposición con este tipo de obras, congregarían a muchos melillenses. La obra expuesta de este artista, no llama la atención, parece uno más, cuando no lo es. La gestión cultural del Museo, a la vista de lo que no está expuesto es pésima.

                           El retrato de la Consejera Simi Chocrón

          En el catálogo publicitario que se presentó a los medios de comunicación, figuraba un retrato de la Consejera de Cultura Simi Chorón, que luego no fue expuesto y del que nunca más se ha vuelto a saber. Ha sido retirada toda noticia o comentario sobre el mismo. Hay varias preguntas acerca del retrato al óleo: ¿Dónde está?, ?pertenece a la Ciudad de Melilla y está inventariado?, ¿porqué no se expone si figuraba en el catálogo?.

         Ha sido una inversión enorme la gastada en la rehabilitación, 900.000€, un mantenimiento costoso, y una nula gestión destinada a promover la afluencia de visitantes, y la captación de fondos,  para un artista que tiene un gran interés y una extraordinaria calidad, aunque algunos lo consideran blasfemo. Sin embargo, este es el artista que ha traído a Melilla este gobierno. No se entiende que luego renieguen o no se atrevan a exponer lo mejor de su obra.

     Nota: https://elalminardemelilla.com/2012/10/21/un-domingo-en-el-museo/.

        

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La tempestad y la calma en Melilla


      La bahía de Melilla esta formada por dos puertos, uno el español y  otro el marroquí. Al igual que la imagen de un río, es muy cambiante según las circunstancias. Los temporales de levante ofrecen imágenes muy inquietantes.  En la actualidad, parte de la bolsa de inmigración centro africana que espera en los campamentos del Gurugú, entra en la ciudad por la bahía. Melilla no tiene aguas territoriales, pues en los Tratados de Wad Rass nadie pensó en esa posibilididad. Melilla solo quería tierra y ese obtuvo. En aquellas fechas nadie pensó en la posibilidad futura de la independencia de Marruecos. No sé ahora en que momento se inició el movimiento político de las aguas territoriales y en todas esas delimitaciones que nos han traído y traen  de cabeza en los acuerdos pesqueros, o en las inmediaciones de Gibraltar. Es el exceso de regulación el que crea los problemas y no al revés.

          El pasado miércoles, tras las tensiones inmigratorias de las últimas semanas, parece haber vuelto la calma a nuestras aguas y cielos compartidos. Han dejado de oírse los helicópteros  y una fragata de de las Fuerzas Armadas de Marruecos salía plácidamente del puerto de Beni Enzar, atravesaba la linea demarcada por los dos faros y se disponía calmadamente a recorrer las aguas jurisdiccionales marroquíes en busca de pateras o lanchones llenos de inmigrantes. Tempestad y calma se alternarán siempre en nuestra ciudad. Aquí todo es muy visible, muy nítido, a veces.