El chiclazo
El vandalismo urbano, antes llamado incivismo, asola las ciudades y provoca grandes gastos en los presupuestos públicos. Uno no deja de sorprenderse acerca de qué tipo de hábitos y comportamientos desarrollan «las jóvenes generaciones». Pintar las paredes, degradar el mobiliario urbano, volcar papeleras son cosas habituales en cualquier ciudad del occidente civilizado. No nos engañemos, en las ciudades del 3er Mundo, en donde ni siquiera existe mobiliario urbano, ni tan siquiera urbe, es imposible romper nada. Mucho menos el gastar 5 o 6 euros en un bote de pintura, cuando esa cantidad puede equivaler al salario diario de una familia con trabajo. Todas estas cosas son enfermedades de Occidente y de nuestras ciudades.
Los chicos se aburren, nadie les enseña «educación para la ciudadanía» (menuda pelotera cogió el PP con esta asignatura), y lo mejor que pueden y saben hacer es destrozar las ciudades, las comunidades en donde viven, o como en este caso, pegar «chiclazos» en el techo de madera del nuevo parque infantil y espacio de ocio ciudadano, de la plaza de Las Conchas. Una costumbre insólita, incívica e incalificable.
Tu lo has dicho, sin más comentarios.
Al menos esto es inofensivo pero hace dos días vi como dos chavales a patadas casi tiraban una señal, unas señoras les dijeron algo y lo único que escuche eran insultos hasta que se fueron.
El incivismo melillense, bolsas de basura dejadas en cualquier lugar, cada vez es más corriente ver estas «postales» urbanas.
https://laotramelilla.blogspot.com.es/2017/07/melilla-ciudad-de-las-bolsas-de-basura.html