El Gobierno de Melilla incineró a la oposición


          La hoguera de San Juan

          El mal estilo y los malos modos de este Gobierno de Melilla empiezan a ser preocupantes. Absolutamente todos los ganadores en las pasadas «elecciones Municipales y Autonómicas» han ofrecido diálogo a la oposición, sea del signo que sea y han prometido hacer «borrón y cuenta nueva» con respecto a la campaña electoral y con respecto a la anterior legislatura. Todos menos el Gobierno de Melilla, el de la venganza personal y de la «vendetta» política. Prometieron mil y una querellas a particulares, a críticos, a partidos a organizaciones, a usuarios de internet, pero lo sucedido con «la hoguera de San Juan» ha hecho  reaccionar  a el  diario Melilla Hoy. Yo pensé que lo del «barco del Missisipi» hacía alusión a los tahures».

              En la noche de San Juan se quema todo lo malo y en una sano ejercicio de autocrítica podrían haber incinerado: «El abuso de Poder, la prepotencia, la soberbia, los malos modos, etc, etc, o sea, todo lo que les ha caracterizado en los 4 últimos años, por no decir los últimos diez».  Sin embargo, no se les ocurrió otro cosa que «reírse de las propuestas de la oposición», como si ellos tuviesen alguna que no fuese mantenerse en el Poder, pese a quien pese. Esta acción les define y le retrata, pero nada mejor que el » Editorial del Melilla Hoy», que ha sorprendido a propios y a extraños y que por su interés, reproduzco.

                      Melilla Hoy——————Editorial (24/06/2011)

                                                    Fiestas sin política

La noche de San Juan es, posiblemente, una de las festividades favoritas de los melillenses. Miles de personas se ven empujadas hacia la playa cada madrugada del 24 de junio por la mágica tradición de abrir la puerta al verano quemando en la hoguera lo malo ocurrido en los últimos 12 meses y mojándose los pies para hacer realidad los deseos para los 12 siguientes. Las llamas, el agua y los fuegos artificiales son los ingredientes de esta tradición, una de las más arraigadas en nuestro país, en la que los ciudadanos sólo quieren divertirse y dejar al margen cuestiones polémicas como, por ejemplo, la política.
Por desgracia, los coletazos de las elecciones celebradas hace poco más de un mes han «invadido» este año la noche de San Juan por la idea de alguien de la Ciudad Autónoma que pensó que sería divertido quemar en la hoguera las ideas que otros partidos políticos, concretamente CpM y el PSOE, han llevado a la campaña electoral hace tan solo varias semanas.
Concretamente, el área de Festejos realizó anoche una hoguera oficial inspirándose en la propuesta electoral de CpM de hacer navegable el Río del Oro. Para ello, además de crear un «ninot» de un barco antiguo, parodió un cartel de obra de los que el Gobierno central ha «plantado» por todo el país en el marco del Plan E. Y es en ese cartel donde la Ciudad Autónoma cometió la torpeza de mezclar la fiesta con la política, señalando al Gobierno de España como el «Desgobierno de España», comparando a la compañía Acciona con el lema de un conocido desodorante, y añadiendo la coletilla del polémico «Inshallah» que CpM ha utilizado en la campaña electoral, pero traducido al español.
Una fiesta tan popular como San Juan no debería ser utilizada por la Ciudad Autónoma para hacer política, y menos en una hoguera institucional confeccionada con el dinero de todos los melillenses, entre los que también se incluyen los votantes de PSOE y CpM. Este «ninot» politizado fue anoche pasto de las llamas y por lo tanto ya es historia, pero la experiencia de este año y el malestar que ha provocado entre ciertos sectores de la población melillense debería hacer reflexionar al próximo Gobierno local sobre lo inoportuno que es utilizar las tradiciones y fiestas de todos para reírse de las ideas de una parte, máxime cuando esta ironía se emplea en un acto institucional que debería representar a toda la población independientemente de sus convicciones políticas.

Anuncio publicitario

La misa de San Josémaría en el Sagrado Corazón


                              La santidad común

       Camino. Punto 850:

           ¡Qué conversaciones! ¡Qué bajeza y qué… asco! —Y has de convivir con ellos, en la oficina, en la universidad, en el quirófano…, en el mundo.
Si pides por favor que callen, se te burlan. —Si haces mala cara, insisten. —Si te vas, continúan.
La solución es ésta: primero, encomendarles a Dios y reparar; después…, dar la cara varonilmente y emplear «el apostolado de la mala lengua». —Cuando te vea ya te diré al oído un repertorio.

          Confieso que tengo siempre una edición de Camino cercana a mis libros de cabecera, que suelen ser innumerables. Creo que Camino es una obra ambivalente que puede ser leída como una obra de Fe, como una guía de vida por parte de sus acólitos, o como unas sencillas recomendaciones para el devenir diário. Muchas de esas máximas, 999 en total, son o difíciles de seguir o ya está claramente descontextualizadas, sin embargo hay algunas, como ésta, la 850, que albergan una sorprendente vigencia, al igual que sucede con algunas otras  que iré comentando.

Tengo también una sección de la  biblioteca con los libros más críticos posibles contra el Opus Dei  o La Obra de Dios, como el de Mª Carmen Tapia, el de Mª Angustias Moreno, los de Jesús Ynfante o el muy buscado de Luis Carandell.

Sin embargo, en la máxima 850, comprendí que San Josémaría, sí entendía las dificultades y las trabas que supone la vida cotidiana para conseguir acompasar pensamientos y actos. Sin mencionarlo aquí expresamente, se nos dice que nos rodean todo tipo de arribismos, de envidias, de dobleces personales que son muy difíciles de sobrellevar. Mas aún, es muy difícil conseguir vivir como se piensa rodeados de personas que, al igual que los planetas, ejercen una notable disgresión en nuestra propia  órbita vital. Indudablemente mucho de lo que nos rodea es bueno, pero la influencia positiva de una decena de personas, puede ser echada al traste por sólo una de esas a las que alude San Josémaría. El trabajo de años puede caer en sólo diez minutos.

San Josémaría demostró que se puede ser santo en la vida cotidiana sin hacer grandes y espectaculares milagros, como los de tradición antigua. Sin embargo lo que parece fácil, es extraordinariamente dificultoso. Conseguir vivir de acuerdo como una piensa, sin que todo eso a lo que alude la máxima 850 nos afecte o aparte de nuestro Camino, tanto si se es creyente, como si no. Lo que vale para el mundo de la Fe, es válido también para la ausencia de ella.

Caminar sólo por la vida está lleno de dificultades y hay gente que no puede, que necesita estructuras amplias en las que sentirse protegido y seguro. El Opus Dei es una de ellas. La vida hace descabalgar a mucha gente y hay mucha gente que se protege de esta forma o de otras similares. Generalmente este tipo de «sociedades» pertenece al mundo religioso, de cualquier religión del mundo. A veces pasa también que uno se topa dentro de estos grupos con las mismas cosas de las que pretende huir en el exterior, porque como dijera el Papa Pablo VI: «El humo de Satanás entra por cualquier rendija».

El Opus Dei está ahí, nos rodea o está en paralelo, Convivimos cerca de él sin que nos demos cuenta. Ejerce su influencia en la sociedad y en la política. Conforma sus profesionales, sus acólitos. En Melilla celebrarán mañana, en la Iglesia del Sagrado corazón, el aniversario de la santidad de su fundador, del Padre. Hasta ahora lo celebraban en la Iglesia Castrense. Mensualmente celebran sus reuniones y también poseen en Melilla sus pisos de retiro. Es parte de nuestra ciudad y como tal queda reflejado.

Vivir junto a la Incineradora


                     ¿ Viviría Vd. junto a la Planta Incineradora ?

                      El Gobierno de Melilla pagará esta año 2011 casi  700.000€ correspondientes a la factura del leasing (préstamo), que solicitó para la faraónica reconstrucción del Kursaal, pero no ha sido capaz de ofrecer una alternativa al problema de los vecinos que viven justo debajo de la Planta Incineradora de residuos sólidos urbanos. Sería una acción de justicia social, porque si allí se incineran los desechos de toda la población de Melilla, que menos que ofrecer a estas gentes una vivienda digna en cualquier otra parte dela ciudad. No son más de 20 o 30 viviendas las edificadas en la calle de Horcas Coloradas en las inmediaciones de la incineradora.

          El ruido constante de la planta es ensordecedor y absolutamente estresante, pero claro, eso no llega hasta las urbanizaciones y residencias familiares de los miembros del Ejecutivo Local, sin embargo, una gestión preocupada por la salud física y psiquica de los ciudadanos, debería haber eliminado este problema, impidiendo la construcción de más casas en las inmediaciones y eliminando las existentes.

          Además de los problemas de salud psíquica, están los de salud física, porque las partículas emitidas por la chimenea de la planta (dioxinas y furanos), son las más contaminantes y cancerígenas existentes y en esas casas, viven gente joven que está teniendo hijos en medio de ese entorno. Se desconoce si se está haciendo o se ha realizado algún tipo de estudio médico de la población situada justo debajo de la Planta o en las inmediaciones, porque seguro que hay problemas graves de salud. La propaganda dirá que los decibelios de la Planta no superan los permitidos por la Ley y que los filtros de la chimenea son buenísimos y no emiten nada perjudicial para la salud, pero eso no hay quien se lo crea, porque esté en el umbral que esté el nivel de sonoridad de la instalacion incineradora, hay que tener que es constante durante las 24 horas del día y en cuanto a las partículas emitidas, son casi imposibles de detectar, aparte de que no se hacen o publicna estudios de ningún tipo.

    La instalación de la Planta en los primeros años de la década de 1990 ( por un gobierno del PP)  fue muy controvertida y contó con la oposición del grupo ecologista Guelaya, de la asociación Ateneo e inicialmente de los vecinos del Monte de Mª Cristina. Luego ocurrió que el Ayuntamiento, entonces regido por Ignacio Velázquez, convenció a los vecinos de los beneficios que traería al Barrio la instalación de la Planta y retiraron su rechazo a la misma.

       La normativa legal vigente exige que una planta de esas características está al menos  a 3 kms de cualquier nucleo urbano habitado y en su momento, Guelaya presentó una denuncia judicial que fue desestimada con «el peregrino» argumento de que al carecer Melilla de esos 3 kms. de distancia, no se podía cumplir la Ley en ese apartado. La escandalosa argumentación judicial, que cercenó las posibilidades de impedir la instalación de la Planta, no era cierta, pues sí se podía haber situado la Planta Incineradora a casi esos 3 kms. de distancia exigidos por la Ley.

   PD: Como curiosidad diré que el Presidente de la Asociación de Vecinos del Monte de Mª Cristina era Abdelmalik Tahar, quien acabaría siendo concejal en 1995 y provocaría dos añós más tarde, con su transfugismo junto al de Enrique Palacios, la caída del Presidente de Melilla Ignacio Velázquez, que era sólo Alcalde cuando instaló la Planta Incineradora.

Sin solución en la desembocadura del Río de Oro


Las aguas estancadas contaminan la playa de San Lorenzo

      Siempre hay una gran charca junto a la desembocadura del río de Oro, bien porque la acumula el pequeño caudal del río, porque suben las aguas del mar cuando hay temporal de levante o por la razón que sea. El caso es que en los últimos diez años no se ha sido capaz de encontrar una solución adecuada a este problema. Las aguas estancadas producen mal olor y mosquitos, aparte de afear mucho y afectar a la colindante zona de baños, la de San Lorenzo, a la que contaminan.

       Durante años se cerraba con máquinas excavadoras el pequeño canal de desagüe del río para evitar que las aguas acabaran afluyendo a la playa, pero el «mal remedio» era peor que la enfermedad, pues  aumentaba el volumen del agua embalasada en la desembocadura  y con ello el problema de salubridad. Luego se decidió cubrir con arena casi toda la desembocadura, para dar sensación de continuidad en la superficie de playa, pero eso sólo fue tapar un problema que no remite y que sigue estando presente. Hay una estación de bombeo en las inmediaciones que no se sabe si se utiliza y emplea para bombear las aguas de la desembocadura, hay también construyéndose una estación de depuración de aguas que lleva ya un considerable retraso, pero seguimos sin solución alguna en la desembocadura del río de Oro, pese a a que en estos últimos diez años hemos escuchado todo tipo de planes y actuaciones a realizar en este «singular» punto.