Melilla era una ciudad de pequeños cerros o colinas, poblados desde que se tiene noticia. Las abundantes cuevas naturales servían de refugio a los pobladores o como silos de almacenamiento. Melilla fue allanada en su mayor parte, por necesidades defensivas y como fruto de la expansión de la ciudad a principios del siglo XX. Conforme se iba allanando y construyendo, aparecían cuevas y vestigios históricos de los antiguos pobladores. No hay cerro de Melilla en el que no hayan parecido cuevas, silos, enterramientos u otro tipo de vestigios. Ahora se están demoliendo muchas casas de las primeras que se edificaron en «los años de la expansión» y al excavar para hacer cimentaciones más profundas, aparecen restos de antiguas cuevas, como la de esta casa en el Monte de La Libertad, que deja ver el resto de una cueva en su parte izquierda y en la central, en otra parte de esa misma hueco natural o artificial, parece que fue utilizada como una pequeña «cripta» de la casa y una alacena en la parte baja de la misma. Las ciudades se van desarrolando y asentando sobre anteriores poblamientos y muchas veces se tapan y otras afloran algunos retazos de ese pasado. Siempre se oye que en tal obra o en tal otra ha aparecido no se sabe qué cosa y que rara vez saltan a la luz. De esta al menos ya queda la noticia.