La virgen de Los Dolores de Almería
La iconoclástia es un período comprendido entre 1794 y 1989, que se significó en Melilla por la eliminación y desaparición casi completa en las iglesias melillenses de imágenes, altares, púlpitos y todo tipo de ornamentación religiosa. La simplificación del culto decretada por el Concilio Vaticano II, degeneró en algunas zonas casi en herejía. En Melilla, en algunos casos muy concretos sí se entró de lleno en una actitud cuasi hereje. El caso es que todo se saldó con una pérdida importantísima del patrimonio religioso construido con las donaciones de varias generaciones de melillenses. Mucho fue destruido, otro fue evaporado y objeto de sacra rapiña y algunas cosas acabaron en «comercio sacro». al menos no todo se perdió.
En Almería, en 1978, la situación de la Semana Santa acabó en una situación de colapso similar a la de Melilla, solo que en la capital almeriense, la Semana Santa reflotó en 1979. Para ello, destacados cofrades almerienses viajaron a nuestra ciudad para comprar tronos y pasos procesionales, imágenes y ornamentación diversa (hasta Lucainena llegaron algunas enseres procedentes de Melilla). En la actualidad, el paso de la Virgen de Los Dolores de Almería, de la parroquia de Santiago, que procesiona junto al Santo Entierro el Viernes Santo, luce un manto ( el de la Virgen de Los Dolores del Bº del Real), que en principio procedía de la Virgen de La Paloma de Málaga y que fue rebordado por las Adoratrices de Melilla en la década de 1950.