Algunos días, que coinciden con celebraciones especiales en el Centro de Día de personas mayores, se ven largas colas de usuarios, que incluso empiezan a formarse desde dos o tres horas antes de que abra el Centro de Día. Da igual si se trata del tórrido verano, del inclemente invierno o del plomizo levante. Los mayores aguantan horas de pie, guardando la fila para tener un puesto o poder coger una plaza en las mesas. Espero que esto indique que solo se trata de una celebración especial y que por eso la afluencia aumenta notablemente. Lo terrible sería que a partir del día 28 las pensiones ya no lleguen ni para comer y que esa sea la razón de esta afluencia. Los económicos menús del Centro de Día y sus bajos precios, hacen que muchos mayores coman allí casi todos los días. Además, está la comodidad de no tener que preparar ni pensar la comida. Asustaría bastante más que fuese la necesidad la que empieza a hacer crecer estas colas. El Centro de día de mayores es una realidad consolidada en Melilla y también era algo necesario. Esperemos también que los próximos recortes no comiencen por la asistencia social, como ya ha empezado a pasar en otras Autonomías.
PD: La fiesta especial en el Centro de Día era con ocasión del «Día Internacional del Mayor».