Historias de la pista de carros


         

                  El respiradero del aljibe

    Es una historia que apenas se menciona con una línea en los libros, pero tras los acuerdos con Marruecos en 1863, en los que se reconocía el derecho de Melilla a ampliar su territorio, el terreno pasó directamente de las manos de sus antiguos propietarios bereberes, a manos de terratenientes españoles. Todos estos terrenos que se extienden a un lado y otro de la pista de carros, están prácticamente en las mismas manos desde la guerra de 1909, que hubo que llevar  a cabo para conquistar el terreno pactado medio siglo antes.

     Las gloriosas victorias de nuestro ejército en las campañas de 1909, realmente supusieron la conquista de los Altos del Real y del Aeropuerto, así como la consolidación del resto del perímetro. En esas campañas se labró su inmortal fama el General Marina. La gran herencia de la mentalidad feudal española, es la propiedad del terreno, que otorga riqueza, poder y estabilidad en el futuro. La compra y la venta de terreno ha sido y sigue siendo, el gran negocio de Melilla, el objeto más ansiado. Quien tiene terreno tendrá riqueza.

           Estos parajes pertenecen a varias familias melillenses que las poseen desde aquella época. Toda esta zona de veredas, sendas y terrenos lindantes con el arroyo de Alfonso XIII, guardan todo tipo de historias, algunas procedentes del Neolítico. Muy cerca, en las laderas españolas del monte santo de Sidi Ouarich, subsiste o subsistía uno de los más importantes asentamientos neolíticos de Melilla, superior en riqueza arqueológica al asentamiento ocasional de Chafarinas.

              Desde que vi este pináculo me pregunté qué podía haber sido. No hay memoria en la zona, muy próxima al campo de golf, lujo realizado con fondos europeos para el desarrollo rural. Al parecer todo esto eran huertas, terreno rural que espera pacientemente próximas recalificaciones. Quizá esto sea el respiradero de un aljibe o alberca que todavía debe existir. De ser así sería una solución adecuada para ventilar y oxigenar el depósito de agua, preservándo de cualquier tipo de contaminación.

4 comentarios en “Historias de la pista de carros

  1. Según me cuenta un amigo (con algo de edad) esa chimenea pertenece a un horno que tenía como misión quemar animales muertos (le llamaban el quemadero de animales) Todos aquellos que morían en la granjas de la ciudad allí tenían que quemarse. También quemaban basuras de los cuarteles cercanos (tenía ese doble función). No sé si se utilizó para otras cosas, pero me lo contó un trabajador que transportaba los animales.

  2. ¡Ah! y sobre la historia de las chimeneas, te recomendaría a un trabajador (guarda y conductor) en los locales de Serón (junto a una de chimeneas en la Carretera de Farhana) del que no recuerdo el nombre. Empezó a trabajar a los 14 años cogiendo arena de la playa para mezclarla con otros materiales y hacer ladrillos en las distintas fabricas. Es impresionante su memoria, recuerda a todos sus dueños, compra ventas de la fabricas, trabajadores,etc…

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