El cisma del Rocío melillense
Un año más, se ha celebrado la tradicional “Romería del Rocío” en Melilla, sin embargo, pocos recuerdan ya el tremendo “cisma” que sufrió esa cofradía hace tan solo siete años, o quizá si se recuerde, pero se prefiera olvidar.
Sebastián García y Loli Arjonilla son un matrimonio de sobra conocido en Melilla tanto dentro del mundo religioso, como en el de la asistencia social y también en el de la cultura. Sin embargo la faceta más importante y larga de sus vidas fue la que les llevó a estar al frente de la Hermandad del Rocío y de Jesús de Medinaceli durante casi 20 años. La historia empezó en 1979 cuando rescataron y restauraron dos imágenes abandonadas en un cuarto parroquial de la iglesia de Santa Mª Micaela.
Sebastián García y Dolores Arjonilla sacaron las imágenes titulares de La Cofradía del Rocío de un cuarto en dónde yacían abandonadas, el entonces párroco de Sta. Mª Micaela les dijo: ¿Para qué queréis esos maniquíes?, allá por el año 1978. Tras ser procesionadas por primera vez en 1983, constituyen hoy uno de los ejes fundamentales de la reflotada Semana Santa melillense.
En 1983, año de la 2ª recuperación de La Semana Santa melillense hicieron la primera salida procesional de esta nueva etapa. En poco más de 20 años esta cofradía pasó a ser la de mayor número de asociados, la de mayor patrimonio ornamental y la única con sede propia, la única que no tiene que guardar sus tronos en la plaza de toros.
Otro de sus logros fue convertir La Romería del Rocío en un acontecimiento importante y festivo para toda la ciudad y no sólo para el mundo de los creyentes. Hoy no hay autoridad pública o personaje relevante de la ciudad que no se deje ver por los pinares de Rostrogordo, en donde curiosamente los socialistas melillenses son uno de los grupos más activos y antiguos. El gran relanzamiento se produjo cuando el alcalde socialista Gonzalo Hernández abrió el antiguo fuerte de La Legión (hoy complejo deportivo de ocio público) para celebrar allí la fiesta rociera.
Entre sus proyectos importantes no culminados está la erección de una ermita a la virgen rociera en el más importante pinar melillense. Estaba hecho el proyecto y Evaristo Muñoz había cedido un terreno junto a la M-1, es más, estaba hasta la propia imagen de la virgen, que es la que hoy constituye uno de los pilares centrales de su oratorio. Esta imagen sí está bendecida y también el oratorio, que forma parte de su casa en la calle Arbucias del Monte de La Libertad.
La capilla del otro Rocío
En su capilla privada, que en el futuro quiere nombrarla en honor de Juan Pablo II y la madre Teresa de Calcuta, está presente el Jesús de Medinaceli, otro de los ejes de su vida y que fue un regalo de su hijo. Está también una reproducción del afamado busto del Cristo de Limpias, una virgen del Pilar y una imagen del sagrado corazón de María que fue encontrada bajo el suelo en las obras de una casa colindante y que su propietario le regaló a Sebastián.
El crucificado tiene más de 70 años y fue restaurado por el artista melillense Juan Antonio Diago, que también realizó la paloma que representa al Espíritu Santo en la sede de la Hermandad del Rocío.
También han fundado el Coro Rociero Mª Santísima de La Victoria de gran éxito y estuvieron en la última peregrinación al Rocío en Almonte (Huelva). Parte de las recaudaciones las destinan a obras benéficas.
¿Cómo surgió el cisma del Rocío en Melilla?
Ellos no quieren, ni hablan de lo sucedido en 2004, ni hablan mal de nadie aunque muchos de los que lean esto no lo crean, pero es necesario contarlo para que se entienda bien, porque como decía Lope de Vega: “Tapices tienen oídos y paredes tienen lengua”. Son muchas las zonas de sombra que todavía pesan sobre lo sucedido en aquellos años en la Cofradía del Rocío y del Cautivo.
En el año 2004 reinaba gran agitación espiritual entre las cofradías melillenses por las abruptas maneras y modales del entonces vicario Antonio Ramos Ayala. En la ciudad se cuentan decenas de historias sobre su impetuoso y torrencial carácter. Enfrentarse con él por el más nimio asunto, era garantía de una buena reprimenda verbal. Los hermanos mayores de las cofradías hicieron ver al propio obispo los muchos desmanes de este párroco, y de hecho fue relevado con el repudio del mundo religioso cristiano de la ciudad.
Conocido es el incidente con un reconocido hombre de iglesia, al que impidió de modo grosero ejercer sus funciones de ayudante de oficios religiosos, facultades reconocidas de modo oficial por la propia Iglesia.
El enfrentamiento más grave se vivió con la Cofradía del Rocío, con ocasión de los sucesos que originaron “el cisma del Rocío” en el año 2004: “La Iglesia no es una democracia y te irá muy mal si te enfrentas con ella”, decía el Vicario Ramos Ayala frente a uno de los anteriores rectores del Rocío.
En apenas unos meses, una misteriosa orden episcopal, que nadie reconoce ni muestra, disolvía e intervenía la entonces Junta de gobierno de la Cofradía. Sebastián (Hermano Mayor), casi toda su Junta de gobierno y gran parte de sus acólitos dimitían y/o eran dados de baja del censo de la Cofradía. Desde entonces se gobierna de modo interino y provisional y nadie en el obispado se pronuncia sobre el futuro o sobre qué causas motivaron una medida tan drástica. Tampoco se sabe si cesó la intervención episcopal y si las medidas cautelares han cesado.
Muchos hablan de ellos (los refundadores de la Cofradía del Rocío) como cismáticos, pero nada más lejos de la realidad. Viven sus convicciones sin molestar a nadie, en la intimidad y privacidad de su casa, en donde obviamente pueden hacer lo que les venga en gana. Huyen de cualquier polémica pasada o presente, ajenos a quienes puedan tachar sus convicciones de exageradas.
Obviamente la historia es muy distinta si se atiende a la versión de los medios próximos y actuales regidores de la Cofradía del Cautivo y Mª Santísima del Rocío, a cuyo frente se encuentra Gregorio Castillo, pero aquí también prefieren correr un velo espeso sobre aquellos sucesos y dejar que el tiempo coloque a cada cual en su sitio, si no es que lo ha hecho ya.
Antonio Ramos Ayala, es hoy párroco de la iglesia de San Agustín en Antequera y director espiritual de la Cofradía de La Pollinica. Entre las cosas ya mencionadas, Antonio Ramos también destacó en Melilla por su gran capacidad oratoria.
Hace siete años el que esta hablando le conocio muy bien ,yo tenia 9 años y para mí eras como un segundo padre. Hoy tengo 16 años y sigo pensando ¿porque te fuistes de aqui?. No sé el motivo ni lo quiero saber,; decirte que aqui tendras siempre una casa en melilla para lo que quieras y que como tú, otro vicario no ha habido y que aqui me tienes para lo que sea, pero que sepas que como sebastian ninguno ha llevado mejor esa cofradia por mucho lujo que tenga esa cofradia y como su señora no ha vestido mejor a la virgen saludos. Enrique Ricardo Alcalde (QuiQue)
Entiendo que te refieres a Sebastián García, Hermano Mayor de El Rocio de Melilla, el que junto con su mujer rescató, en 1978, la imagen de «El Cautivo» y la del «Rocío», del cuarto en el que yacían abandonadas y en gran estado de deterioro desde 1956. Si te refieres a ellos, siguen viviendo en Melilla. Ocurre que están retirados de la vida religiosa de la que fue su cofradía durante tantos años. Ellos conservan su devoción y tienen en su casa una capilla, con la imágen del Rocio que ilustra la foto.
Desde que el Episcopado de Málaga intervino la Cofradía en 2004, no ha vuelto a haber elecciones. El Hermano Mayor lo sigue siendo de modo «interino», «provisional» o como se quiera llamar. Nadie ha vuelto a dar explicaciones y el mutismo en torno a la Cofradía, o a lo que sucedió en ella es absoluto.
No es Hermano Mayor. Simplemente DELEGADO.