Disfrutar de las mil y una posibilidades lúdicas que ofrece nuestra ciudad, con juegos como el de «encesta la lata», aprovechando el derrumbe de las papeleras, provocado por el óxido en la calle Ayu Lanchandani (papelera A), o por una deficiente colocación, caso de la calle Valencia (papelera B).
Ambas papeleras se derrumbaron a principios de la semana, el lunes la papelera de la calle Valencia y el martes la de la calle Lalchandani. En esta última ya no será posible jugar o encestar latas, porque los diligentes servicios operativos que vigilan la zona, la retiraron el mismo día de su derrumbe, el martes. Pertrechados con un un buen «hierro 7 «, si será posible embocar una bola en la papelera del barrio del Real, porque allí no es que los servicios operativos sean menos diligentes o eficaces que en el centro de la urbe, es que simplemente no llegan.
La 1ª ecuación de la gestión se cumple de modo inexorable: » Cuanto más lejos se esté del centro de la ciudad, la calidad de la gestión empeora de modo progresivo, en relación a la distancia que exista entre el punto señalado y la situación del Ayuntamiento, punto desde el que irradia la gestión municipal».