Decía Ludwig Wittgenstein que: «No todo puede ser expresado mediante proposiciones, esto es, con el lenguaje, sino que algunas cosas solo puede ser mostradas», y para ello no hay mejor manera que con la parábola, que además de un recurso linguistico, es una también una expresión matemática.
Oficialmente el que nombra a los cargos que representan a la Administración del Estado en Melilla, es el Delegado del Gobierno, que es el que tiene la capacidad potestativa y esto es un hecho. No podemos juzgar a las personas, porque no conocemos sus motivaciones y casi tampoco podemos juzgar sus actos, porque no conocemos la intención con que fueron o son realizados.
Solo podemos ver y mostrarnos sorprendidos, o incluso algunos totalmente de acuerdo con aquello que se nos manifiesta. Quizá se puede intuir cierta lucha soterrada que no se manifiesta a la vista. No es explicable que a casi tres semanas desde el cambio representativo en la Delegación, no está completo todo el organigrama , tanto de la propia Delegación, como de sus entidades periféricas. Aunque al final tampoco este hecho tendrá excesiva importancia, puesto que Manuel Céspedes Céspedes, tardó tres meses en ser relevado de su cargo, en el año 1996. Tambíen hay que acordarse de cuando se iba a nombrar a Manuel Céspedes como Delegado en 2004 y le birlaron la cartera, o el nombramiento en el último momento, y se nombró a Fernández Chacón.
Los mecanismos y las estructuras de poder son muy complicados e intrincados, sobre todo cuando se está copando absolutamente todo el poder. Falta gente para tanto cargo y además, cada nombramiento repercute tanto en el partido al que se pertenece, como en la propia composición de La Ciudad Autónoma. Un nuevo cargo, crea un hueco que deber ser rellenado, o no. Yo solo veo una oportunidad perdida, en no aprovechar este momento, para adelgazar la magnitud del Gobierno autonómico.
Como decía hace unos días y decían los romanos: «Nada nuevo bajo el Sol».
Dedocracia, mediocridad leal antes que eficacia, no equivocarse mejor que actuar, tener contento a la mano que te da de comer…
efectivamente, nada nuevo bajo el sol. Como la crisis no afecta, de verdad, pues estos seguirán a lo suyo con los melillenses dormidos y anestesiados…
En mayor o menor medida, siempre son «nombramientos de libre designación», osea, designados. Pienso que hay pocas alternativas, aunque lo que estamos viviendo en Melilla quizá sea excesivo, no sé, porque luego uno ve noticias en otros lugares y resulta desolador. Hay algunos en los que se busca eficacia y otros son directamente «canonjías».
Se está votando al PP hasta en las asociaciones de vecinos, con lo que el problema no es solo nuestro y está aumentnado el voto «ultra» en europa. No es un buen panorama.
En este caso, lo que se ha visto como extraño, es que un periódico avanzase ciertos nombramientos, que luego el propio Delegado lo negase y que finalmente aparezcan esos nombres. Eso y también la lentitud en completar su equipo, Debería estar ya todo resuelto y funcionando. Por algo se llaman «áreas funcionales».